viernes, 21 de septiembre de 2007

Tan cerca de Sudáfrica 2010

Algunas semanas atrás, mi sobrino Claudio posó despreocupadamente su índice derecho sobre el mapamundi que tenemos pegado en una de las paredes de mi casa. Estimulado por esa insólita fascinación -que comparte conmigo- por las banderitas de los países y sus singularidades de enciclopedia, me preguntó, con la lógica de un niño de ocho años, cómo un país podía estar dentro de otro. Su dedo apuntaba a Sudáfrica, y mientras yo intentaba encontrar una respuesta coherente y comprensible a su inquietud, me leyó silabeando en voz alta el nombre de esa ignota nación que es una isla dentro de la próxima sede del mundial de fútbol: “Leeee-soooo-thoooo”.


Desde niño siempre supe de su existencia, y hasta me enfrascaba en juegos de pronunciación por sus dos últimas sílabas tan parecidas a un apellido de un futbolista retirado. Sin embargo, poco o nada sabía de Lesotho. Nunca intenté averiguar por qué este país africano no había corrido el riesgo de perder su soberanía como nación y terminado absorbido por el vasto territorio de la publicitada república sudafricana. Recién después de muchos años, he podido comprender la historia de la tribu de los basutos (“sothos” del sur) y el origen de ese reino que el rey Moshoeshoe I, manteniendo unidos a los diferentes clanes dispersos por todo el sur de África al principio del siglo XIX, pudo congregar con el nombre de Basutolandia.
Después de resistir el Mfecane (guerra de principios del siglo XIX que afectó al África austral) contra los Zulúes (grupo étnico asentado al sudeste de Sudáfrica), los sothos del sur lidiaron contra los primeros colonos europeos provenientes de Holanda (bóers o afrikáans) . En 1868, Basutolandia pasó a ser colonia británica bajo el control de la dependencia de El Cabo, pero se resistía a ser gobernado por colonos blancos. Gran Bretaña reasumió el control directo en 1884, pero posteriormente abandonó al pueblo sotho, asumiendo la eventual incorporación de Basutolandia a la Unión Sudafricana según la South African Act en 1910. Los jefes sotho rechazaron esta ley, especialmente después del establecimiento oficial del apartheid en la Unión Sudafricana en 1948.

Casi un siglo más tarde de su anexión a la colonia británica, consiguieron su independencia (1966), marcando siempre su soberanía ante Sudáfrica. Todo esto se lo quise explicar a Claudio, pero tuve que resumírselo en que los “sothos” eran de otra tribu que no quiso formar parte de un país que no sentían como el suyo. Sin embargo, Lesotho sigue siendo uno de los países menos desarrollados del mundo y depende de Sudáfrica hasta hoy. Más del 30% de la población adulta masculina trabaja al otro lado de la frontera, y los que se quedan en los suelos montañosos de la ex Basutolandia se dedican a la agricultura.

Además de exportar gente a su ubicua vecina de Sudáfrica, Lesotho exporta agua. Ante la constante escasez fuera de sus fronteras, el gobierno lesothense decidió ejecutar el Plan de Aguas de las Tierras Altas desde 1996, para vender el recurso a las industrias sudafricanas. La paradoja es que aún poseyendo este recurso hidroenergético, casi toda la electricidad que consume el país tiene que ser importada de Sudáfrica. Lesotho es él único país del mundo que tiene todo su territorio por encima de los mil metros de altura, y por eso no es raro que la nieve cubra sus suelos, desafiando esa ancestral creencia que en África sólo puede hacer calor.

Su capital Maseru, donde habitualmente juega de local su selección de fútbol, es fronteriza y está a pocos kilómetros de la ciudad sudafricana de Bloemfontein, una de las sedes del próximo mundial. En toda la historia, Lesotho y Sudáfrica se han enfrentado cinco veces –cuatro en Maseru- sin ningún triunfo de los basutos. La primera vez fue en 1995 con un contundente 3-1 para los bafanas bafanas, pero las derrotas más dolorosas para Lesotho fueron las ocurridas en las eliminatorias para el mundial de Alemania 2006 (1-0 y 2-0). Y justamente el partido en tierras sudafricanas se jugó en Bloemfontein (1-0).

Los antecedentes ante su eterno vecino reflejan la historia futbolística de los “cocodrilos” (así se conoce a la selección lesothense). De 56 países africanos, Lesotho se ubica en el lugar 43, y 153 en el ranking mundial de la FIFA (setiembre 2007). Así como nunca ha llegado a una Copa de mundo, tampoco ha asistido a la fase final de la Copa Africana de Naciones, en un historial poblado de retiros forzados y ausencias constantes. Sin embargo, desde el 2000 Lesotho reactivó sus participaciones internacionales, y aunque no clasificó a los torneos continentales y mucho menos al certamen mundial, esta isla en medio del ‘mar’ sudafricano quiere cambiar el rumbo de la historia en las próximas eliminatorias, donde formaran parte en la etapa de grupos que recién se sortearán el próximo 25 de noviembre.

TOME NOTA
1.
Muchas páginas de internet consignan como el primer partido internacional de la selección de Lesotho, el choque en el que cayeron ante Madagascar por 2-1 el 7 de marzo de 1971. Es un error, porque los basutos jugaron antes dos encuentros amistosos ante Malawi de visita: en el primer ganaron 2-1 (8 de agosto de 1970) y en el segundo, dos días después, sucumbieron 6-1.
2. La última participación internacional de Lesotho ocurrió en la Copa Merdeka, jugada en agosto último en Malasia. La que también significó la primera oportunidad para los lesothenses, en toda su historia, de enfrentar a selecciones de otro continente. Derrotaron a Laos 3-1, y cayeron 0-1 ante Myanmar y 0-4 ante la selección local sub-23.

ELIMINATORIAS. Las eliminatorias africanas debían empezar en su etapa preliminar con cinco partidos (Seychelles vs. Djibouti, Sierra Leona vs. Guinea Bissau, República Centroafricana vs. Santo Tomé y Príncipe, Somalia vs. Swazilandia y Madagascar vs. Comoras) que definirían a las cinco selecciones que se sumen a las 43 mejor ubicadas según el ranking de la FIFA para jugar la etapa de grupos (48 equipos) divididos en doce grupos de cuatro , sin embargo La República Centroafricana y Santo Tomé y Príncipe renunciaron a la Copa Mundial, dejando 8 equipos para ocupar 5 lugares.

Los mejores de esos diez peores resultaron ser Seyechelles y Swazilandia, que fueron beneficiados por las renuncias y pasaron directamente a la Segunda Fase. Entonces quedaron 6 seleccionados que jugarán por un lugar en la instancia nombrada con este nuevo fixture: 13 de octubre (ida), 17 de noviembre (vuelta): Madagascar vs. Comoras. 14 de octubre (ida), 17 de noviembre (vuelta) Sierra Leona v. Guinea Bissau. En el caso del improvisado Somalia vs. Djibouti, se jugará la clasificación (17 de noviembre) en un sólo partido en el "Stade du Ville" de la Ciudad de Djibouti.

La pelota de Claudio está en mi cancha

La última visita de Claudio a mi casa suscitó este súbito cambio del título del blog. Si bien 5 ESKINAS le agradaba a mi hermano Omar por ser una frase bizarra y que aludía soterradamente a los cinco continentes del mundo, no fue entendida por muchos y a mí terminó por no agradarme del todo.

Que Claudio me haya despertado con sus clásicos aullidos el sábado pasado, fue suficiente motivo para empezar a contarle sobre la creación de mi blog y las intenciones que perseguía. Un puchero a media asta fue su respuesta después de revelarle el nombre. No obstante, se mostró realmente interesados en los intrincados temas.

Fue entonces que recordé que el único hijo de mi hermanoToño está tan enamorado, como yo, de las pelotas de fútbol y de los globos terráqueos con todos sus paisitos, grandes y chicos, pobres y ricos, cosmopolitas y ancestrales, occidentales y orientales, mediterráneos e insulares. Y lo decidí: el nuevo título de mi blog sería un homenaje a ese cerebro de ocho años que heredó de mí esa fascinación por los doscientos y picos países que hay en el mundo (con capitales incluídas, por supuesto) y, a la vez, una forma de darle a conocer tanto a Claudio, como a todos los que hasta aquí lleguen, que el fútbol alcanza hasta el último confin de este variopinto, entrañable y muchas veces contradictorio planeta.

LA PELOTA DE CLAUDIO nació en mi cabeza el sábado pasado, pero desde hoy oficialmente empieza a rodar. Espero que el nombre no tenga que ser cambiado nunca más, así Claudio cumpla veinte años y su romance con las pelotas y los globos terráqueos desaparezca.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Sin fútbol a 2 500 m.s.n.m

Tengo una pena que sobrepasa los 2 mil 500 metros de altura. Y es que cuando estaba preparando este artículo sobre la selección del Reino de Bután y su estadio "Changlimithang" en la ciudad de Thimphu, situada a más de 2 529 m.s.n.m, me enteré de sopetón que, hoy 13 de setiembre del 2007, la Bhutan Football Federation decidió retirarse irrevocablemente de las eliminatorias asiáticas rumbo a Sudáfrica 2010.


Por motivos aún no muy claro, que tienen que ver con requisitos sine qua non de la competencia, Bután desistió enfrentar a Kuwait en partidos de ida y vuelta pactados para octubre. Eso significa que los del Golfo Pérsico no podrán conocer ese reino enclavado en los Himalayas, que apenas hace ocho años abrió sus fronteras a la caja boba (en la actualidad hay 33 mil televisores en todo el país -más del 50% tiene conexión satelital), que apenas cuenta con 25 mil usuarios de internet; ni tampoco conocerán Thimphu y sus calles sin semáforos o su ruinoso estadio "Changlimithang" que estuvo a punto de ser vetado por Joseph Blatter, por estar sobre los 2 mil 500 metros.

Talvez su altura cordillerana les hubiera permitido sacar cierta ventaja ante sus ocasionales rivales, porque jamás ha perdido como local en las tres veces que ha jugado en "Changlimithang". La primera de todas dio la vuelta al mundo. Ocurrió el mismo día que se jugaba la final del mundo en Corea-Japón 2002 entre Brasil y Alemania (30 de junio). El partido amistoso entre la isla caribeña de Monserrat, en ese momento la última selección en el ránking de la FIFA, y Bután, el segundo peor, fue calificado como "La otra final". Después de un disputado encuentro, los butaneses golearon 4 a 0 y demostraron por qué estaban por encima de los isleños.

Esta es la historia de un reino que siempre se aisló del mundo. Que en 1949 se independizó de la India y que estableció una línea monárquica en la familia de los Wangchuck. Que está viviendo la trágica influencia de la globalización y su supuesto progreso através de la televisión. Que tuvo que sacar del aire a canales como MTV y Fashion TV por ser antiéticos a la tradición budista butanesa, o Ten Sports, porque sus programas de lucha libre se habían vuelto tan populares que los muchachos en todo Bután los imitaban, para gran disgusto de las autoridades.

Por eso se entiende que este país de anacoretas, que tiene por verdadero nombre Druk Yul o "la tierra del dragón de truenos" (en idioma sánscrito 'Bhu-Uttan' significa 'Tierras Altas') y donde está terminantemente prohibido fumar desde el 2004, recién haya afiliado a su federación de fútbol a la Asian Football Confederation en 1993 y a la FIFA en el 2000, luego de ser fundada en 1983.

Desde su ingreso al máximo ente mundial, Bután ha jugado 22 partidos internacionales y se ubica en el puesto 196 a nivel mundial (según el ranking de agosto). Ha participado en las eliminatorias de los dos anteriores mundiales, pero siempre expuesto a duras goleadas. Nunca ha clasificado a la instancia final de la Copa de Asia, pero sí ha participado en las dos últimas ediciones de South Asian Football Federation Gold Cup (2003 y 2005), ubicándose siempre en el último lugar de su grupo. La más reciente presentanción de la selección butanesa fue en la AFC Challenge Cup 2006 (torneo organizado especialmente para los países del tercer nivel asiático), en donde, una vez más, quedó colero en su serie, al perder ante Nepal 2-0 y Sri Lanka 1-0. Sólo pudo igualar 0-0 ante Brunei.

Pero ahora ya no podré saber si Bután hubiera sido capaz de cobrarse la revancha de aquella goleada 20-0 ante Kuwait cuando se enfrentaron por las eliminatorias a Corea-Japón 2002. Al menos por ahora no sabré si en el "Changlimithang" y sus 15 mil espectadores alentando a su selección del reino de los dragones, Bután pueda soñar con un futuro mejor, así Joseph Blatter, en su afán de hacer cumplir un veto en favor de Argentina y Brasil, se olvide que en la única ciudad del mundo donde no hay semáforos, ni se fuma, también se juega al fútbol.

viernes, 7 de septiembre de 2007

El país desenchufado

¿Qué tienen en común www.universalchannel.tv, www.hbo-la.tv, o http://www.tnt.tv/? Cientos de veces he digitado la dirección electrónica de estos canales extranjeros sin percatarme siquiera de un detalle talvez minúsculo. Aunque parezca evidente, imagino que muchos, como yo hasta hace unos pocos días, no advierten automáticamente la sutil coincidencia. Un viejo amigo me la hizo notar. El dominio que comparten estas tres gigantescas cadenas es el televisivísimo “.tv” que proviene de ese punto negro insignificante de apenas 26 kilómetros cuadrados a mitad de camino entre Hawaii y Australia, que tiene nombre de jugo de naranja, la segunda población más reducida del mundo, sólo ocho médicos y una selección que apenas ha jugado trece partidos internacionales en toda su historia: Tuvalú.

Todo empezó en 1998. Esta nación, que originalmente estuvo formada por ocho atolones (de ahí su nombre: Tuvalú significa ocho islas. Ahora tiene nueve) extraviada en los mares del sur tuvo la bíblica suerte de que su dominio de nivel superior geográfico (o Dominio de nivel superior de código de país –ccTLD-, como quiera llamarlo) sea el atractivo “.tv” que recuerda incuestionablemente a la televisión. Sencillamente una mina de oro, que recién a mediados de 1998 los gobernantes de este microscópico país decidieron explotar. La empresa norteamericana DotTV Corporation acordó con las autoridades de la isla a gestionar en exclusiva los dominios ".tv" a cambio de al menos al menos 50 millones de dólares anuales durante doce años que se destinarían a aumentar el nivel de vida de sus ciudadanos.

Como la población apenas alcanza los 11 mil 810 habitantes (según cálculos a julio de 2006), prácticamente ese dinero llegó a los bolsillos de todos los isleños: algo así como de 400 dólares de renta per cápita. No importaba la paradoja de que en Tuvalú no existiera canal de televisión. La administración del dominio pasó a estar a cargo de la .TV Corporation, una subdivisión de VeriSign; pero la controversia se sembró en los nueve atolones. La desmedida comercialización del dominio ha permitido el registro de mucho sitios triple xxx que avergüenzan a los tuvaluanos, mayoritariamente cristianos (pertenecen a una sincrética secta protestante llamada Iglesia de Tuvalú).

Pero el auge del internet también ha permitido avances significativos para esta ex colonia inglesa, cuya principal exportación hasta antes del 2000 era la venta de números de teléfono erótico. Con el dinero obtenido por el mercadeo de su dominio, a través de su Ministerio de Finanzas y Turismo, han financiado su entrada en las Naciones Unidas a partir del año 2000. Sin embargo, existe la amenaza de que Tuvalú deje de existir. El aumento progresivo del nivel del Océano Pacífico en esa zona, debido al cambio climático, ha obligado a que los pobladores empiecen a evacuar las islas en los próximos años. Nadie sabe qué pasará con el ".tv" si esto ocurriera.

Eso sí, a muy pocos le importará realmente qué sucedería con su enclenque y casi anónima selección de fútbol. La Tuvalú Soccer Association no está afiliada a la Oceania Football Confederation (OFC) y mucho menos a la FIFA, así que nunca particpa en torneos oficiales de estas asociaciones. Sólo compite en los South Pacific Games Football (que sirven como etapa eliminatoria para los equipos océanicos afiliados para las copa del mundo). La selección de Tuvalú hizo su primera aparición en el torneo jugado en Suva, Fiji, en 1979, sólo un año después de que declarara su independencia de Gran Bretaña, donde en su primer partido internacional perdió vapuleado por 18 a 0 por Tahiti. En ese mismo torneo ganó su primer partido a Tonga en un disputado 5 a 3. Logró el pase a cuartos de final, pero fue arrollada 11 a 0 ante Nueva Caledonia.

Con las decepciones futbolísticas, los tuvaluanos se refugiaron en los deportes playeros y acuáticos (snorkel, buceo, surf) o en sus juegos típicos, el kilikiti, que es una versión vernácula del cricket, y el ano, muy similar al vóley. Porque desde entonces, Tuvalú, sólo volvió a jugar en los torneos del 2003 (Fiji) y el reciente en Samoa (agosto del 2007), donde perdió todos sus partidos con excepción del choque ante Tahiti, en el que se cobró la revancha de hace 28 años y empató 1 a 1. Los partidos fueron televisados, pero lamentablemente en Tuvalú sólo pudieron enterarse a través de la radio.

http://www.tuvalu-news.tv/
http://www.samoa2007.ws/


miércoles, 5 de septiembre de 2007

Sin chimpunes no hay paraíso

Cuesta trabajo creer que una selección no jugó un mundial sólo porque no quiso usar chimpunes. Como Dhalsim, aquel sacerdote hindú, conspicuo maestro en las artes del yoga e insólito pirómano de esputos de fuego en las peleas de Streetfighter, la selección de la ancestral India prefirió los pies descalzos a la gloria de Brasil 1950.


Este mundial talvez sea recordado como el de las deserciones. De las 29 selecciones que debían pelear por 16 cupos, apenas 13 asistieron a la fase final de la Copa del Mundo. Escocia, Francia, Unión Soviética, Bélgica, Turquía y Portugal rechazaron participar; unos por cuestiones políticas, otros por carencias futbolísticas. En América, fenómeno similar se dio con Argentina, Ecuador y Perú. Mientras que en Asia, tres de las cuatra selecciones inscritas para tentar el único cupo de este continente, se abstuvieron.

Al renunciar Birmania, Filipinas e Indonesia, India, sin siquiera jugar un partido, clasificó automáticamente al primer mundial de su historia. Hasta entonces, había jugado sólo un puñado de amistosos en 1938 ante Australia (siempre como visitante) y apenas un encuentro oficial ante Francia (1-2) en las Olimpiadas de Londres 1948.

Sin embargo, el Marahaja de la India, sintiéndose vejado, declinó la participación de su selección. El argumento de tal determinación podría pasmar a cualquiera hoy en día, pero entonces resultó comprensible. Después de interrumpirse los campeonatos mundiales de fútbol por la Segunda Guerra Mundial, la FIFA, para Brasil 1950, decidió introducir reglas tan bobaliconas como obvias para el tecnológico presente del fútbol: todos los jugadores debían llevar número en la camiseta y además jugar con botines.

La última de estas dos normas, que algunos relacionan con la influencia de la marca Adidas creada por Adolf Dassler apenas dos años antes, precipitó la renuncia de la India en febrero de 1950. Los futbolistas indios estaban acentuadamente habituados a jugar descalzos por una extraña sensación de comodidad, y entonces, era entendible que no toleraran que alguien quisiera obligarlos a participar en desigualdad de condiciones.

Desde entonces, nunca pudieron asistir a un mundial. Sus mayores logros fueron los cuatro títulos de la dispareja Copa Federaciones de Fútbol de Asia del Sur (South Asian National Football Teams): 1993, 1997, 1999 y 2005. El cuarto lugar en las Olimpiadas de Melbourne en 1956 es también motivo para el orgullo indio. En la Copa de Asia (Asia Cup), sólo han clasificado a la etapa final dos veces: en 1964 en Israel acabaron segundos y en 1984 quedaron eliminados en la primera fase.

Reciéntemente, el 29 de agosto, India, que ocupa el puesto 151 del ranking de la FIFA (agosto 2007) se pudo coronar campeón del medianamente reconocido torneo amistoso Copa Internacional Nehru, en veinticinco años de participaciones en este certamen, que, por cierto, se disputó después de un largo paréntesis de diez años. La selección india por primera vez disputó la final y la ganó superando a Siria por 1 a 0. Justamente en este torneo, Perú enfrentó por segunda vez en su historia a India (la primera fue en las Olmpiadas de Roma 1960 con triunfo peruano 3-1) en 1986, en Calcuta, derrotándola 1-0. ¿Si los indios usaron chimpunes? Esta vez sí.

http://www.the-aiff.com/
http://www.indianfootball.com/
http://www.rsssf.com/tablesn/nehru.html

domingo, 2 de septiembre de 2007

¿Surinam y Guyana son sudamericanos?

Desde que aprendí paporreteando en el colegio que la capital de Surinam es Paramaribo, la de Guyana, Georgetown, y la de Guyana Francesa, Cayenne, siempre me pregunté por qué esos inhóspitos paisitos que parecen un lunar al norte de Sudamérica nunca han jugado la Copa América o por qué sus clubes no han participado en la Copa Libertadores.

Cuando se piensa en los países sudamericanos, surgen los largamente conocidos diez que intervienen en la arcaica Copa América. Luego, la mano para de contar. Pero Surinam y Guyana (Guayana Francesa es un departamento de ultramar de Francia) también son sudamericanos, aunque sus selecciones participan en la CONCACAF.

Esta de más decir que las selecciones de estos tres territorios nunca participaron en un mundial. Guayana Francesa queda descartada por no estar afiliada a la FIFA. Con participaciones interrumpidas, Surinam y Guyana nunca tuvieron destacadas actuaciones en las eliminatorias para las copas del mundo. En los recientes juegos eliminatorias para Alemania 2006, Guyana fue eliminada por Granada en la primera fase, mientras que Surinam después de superar a Aruba, quedó fuera de camino ante Guatemala.

En dieciséis años de historia de la Copa de Oro, jamás han clasificado a este torneo, al que se accede (para los países antillanos) a través de la Copa del Caribe, de la que, dicho sea de paso, nunca han pasado de un honorífico cuarto lugar. En la última edición del certamen caribeño, jugado entre setiembre del 2006 y enero del 2007, se enfrentaron en el grupo “A”. Guyana goleó 5-0 a Surinam, pero ambas clasificaron a la siguiente ronda.

En la segunda ronda de la Copa del Caribe 2007, la selección guyanesa pudo sortear su grupo, superando a Guadalupe, República Dominicana y Antigua y Barbuda. En cambio, Surinam fue eliminada sumando apenas un punto. En las finales, Guyana perdió el acceso a la semifinal del torneo por diferencias de goles (pasó Cuba), pero, sobre todo, la oportunidad de hacer historia y enrolarse por primera vez en una Copa de Oro.

Actualmente Guyana ocupa el mejor lugar de toda su historia en la clasificación FIFA (agosto 2007): puesto 90. El presente para Surinam no es tan alentador, apenas alcanza la casilla 123. El último campeón del fútbol guyanés es el Top XX (Liga 2006), uno de los equipos más poderosos de la ex colonia británica. Actualmente, lidera la liga el Milerock.

En la SVB-hoofdklasse (torneo surinamés) el título del campeonato 2006/2007 se lo llevó el Inter Moengotapoe, pero los equipos más populares de la ex colonia holandesa son el SV Robinhood, que ha conseguido coronarse campeón 23 veces desde 1956 y dos veces en la Copa de Campeones de la CONCACAF (1973 y 1981), con otro subcampeonato en 1986, y un reciente subtítulo en el 2005 en el Caribbean Football Union Club Championship; y el SV Transvaal, campeón nacional en 19 ocasiones desde 1925 y cinco veces subcampeón de la Copa de Campeones (1972, 1976, 1977, 1982 y 1983).

Sin embargo, la invitación para participar en algún torneo de clubes organizado por la Conmebol es inimaginable. Aun cuando Surinam y Guyana son países sudamericanos, la relación futbolística formal con Sudamérica es nula. Desde que se creó, en 1978, la Unión de Fútbol del Caribe (Caribbean Football Union), ambas federaciones (Guyana Football Federation y Surinaamse Voetebal Bond), como miembros fundadores, se identificaron más con el fútbol caribeño.

Esa es la explicación de por qué estos países, que aunque son casi tan cercarnos como Venezuela se les observa como a bichos raros, no forman parte del historial del fútbol sudamericano. Pero si esto hubiera resultado distinto, esos surinameses de nacimiento como Edgar Davids, Clarence Seedorf y Jimmy Floyd Hasselbaink, o de sangre como Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Patrick Kluivert, talvez habrían paseado su fútbol por una Copa Libertadores o una Copa América. Quién sabe.

http://caribbeanfootballunion.org
http://guyanaff.com
http://www.svb.sr